martes, 2 de febrero de 2010

Aprenda primeros auxilios.

¿Sabe qué hacer en un accidente? ¿Corre riesgo si ayuda a alguien? ¿Cómo tratar a un niño?

Imagínese que ocurre un accidente en la vía pública o que una persona se desmaya en plena calle, por una enfermedad espontánea. ¿Qué haría? Se pueden hacer muchas cosas, pero lo primero es no jugar a ser héroe, por su seguridad y también por la del accidentado, ya que si no hay un manejo adecuado y la persona tiene una lesión del cuello o la columna, puede dejarla cuadrapléjica. Si hay lesiones más arriba de los hombros es necesario no moverla.

La principal sugerencia antes que nada es llamar a la central de emergencias. Deseche esa idea de hacer algo antes de eso. Lo primero es identificarse y dar la dirección en donde ocurrió el incidente así como un punto de referencia, que sea fácilmente identificable como un estadio, un monumento o un local muy grande.

Es posible que el operador de radio le dé instrucciones para verificar el estado de conciencia del herido, eso siempre y cuando haya verificado si el lugar está seguro y no hay riesgo. Lo primero es dar una palmada en el pie y preguntarle: “¿se encuentra bien?, ¿puedo ayudarle? Si no reacciona debe presionar en el área del trapecio. Si no hay respuesta, el paciente está inconsciente. Entonces hay que tomar otras medidas como mantener la vía aérea abierta (ver recuadro adjunto para detalles).

En los accidentes, la parte psicológica del afectado está en juego, por eso se deben evitar comentarios sobre su situación. Lo aconsejable es darle ánimo y pedirle que mantenga la calma.

A menudo los paramédicos que acuden al sitio se dedican a preguntar las condiciones en las que ocurrió el accidente, cómo fue y demás cosas. Esto altera a las personas del lugar. El bombero Christian Benalcázar precisa que es necesario conocer estos antecedentes para enfocar la atención y conocer las posibles lesiones del paciente. Por ejemplo, si alguien tiene una caída de más de 2 metros puede tener una lesión del cuello, de la cabeza o la columna. Así mismo, si se trata de una persona que viajaba en un vehículo y frenó de golpe es posible que tenga una lesión en la columna por lo que se conoce como el efecto latigazo, que se produce cuando un vehículo para de golpe pero el cuerpo sigue con la velocidad y regresa súbitamente al asiento.

Una evaluación secundaria consiste en observar si el accidentado tiene fracturas en su cuerpo. Se pueden reconocer por un cambio de color en la piel, amortiguamiento u hormigueo o si hay impotencia funcional, como por ejemplo no puede mover los dedos.

La deformidad en el área es otro indicio, a veces los huesos se montan uno encima de otro y la extremidad se hace más pequeña. También se puede analizar si hay costillas rotas. Para esto se presiona a los lados con ambas manos. Si existe dolor o crujidos hay fractura. Entonces se recomienda no volver a tocar el área. Generalmente las fracturas son visibles pues se observan como si algo no estuviera en su lugar o como si un dedo saliera de su lugar. En esos casos hay que evitar mover al herido. Tampoco se debe poner el hueso en el sitio, ya que está contaminado y si regresa a su espacio podría producir la rotura de ligamentos y vasos y comprimir arterias y nervios.

Lo mejor es tratar de inmovilizar las extremidades con el uso de palos o cartones, incluso se puede usar ropa gruesa o cobijas.

Los paramédicos toman en cuenta algunos indicios para detectar posibles lesiones. Por ejemplo, una hemorragia por los oídos o la presencia de un líquido aceitoso pueden indicar la existencia de una fractura en el cráneo, esto se considera un trauma severo. Igualmente si se observa que una de las pupilas de los ojos está más grande que la otra también hay una lesión en el cráneo.

En caso de hemorragias de otro tipo se recomienda presionar sobre el área afectada o pedirle al paciente que lo haga mientras otra persona lava la herida con sablón, que es un antiséptico jabonoso. Después tiene que verificar que en la herida no hayan quedado pedazos de vidrio o piedra.

Si hay algún objeto incrustado no hay que retirarlo porque eso puede dañar al paciente. Se recomienda estabilizar al objeto para que no se mueva. El siguiente paso es colocar una gasa sobre la herida y luego otra, ajustar con una venda firmemente pero con cuidado de no cortar la circulación.